“Muchas gracias por enviarnos tu casting, pero en esta ocasión el cliente se ha decantado por otra voz”. ¿Cuántas veces has leído este sombrío mensaje?
¿Cómo encajar ser rechazada en un suculento casting de voz ?
Nuestra profesión de locutoras, no es muy diferente a la de los actores físicos. Vivimos una realidad a salto de mata en los medios audiovisuales esperando esa llamada o email del cliente prometido. Además, debemos presentarnos a castings de voz con frecuencia, y en ellos tenemos que dar nuestro cien por cien.
En la mayoría de los castings de voz suele abundar el vídeo corporativo, cuyo presupuesto es estándar y suma, pero hay que hacer varios para llegar a fin de mes. De vez en cuando, sin embargo, se hace la magia y surge un spot nacional o una audioguía extensa, y el precio se dispara.
Ahí es cuando respiras hondo, y te empleas a fondo para ganar como sea el premio gordo. ¿O quizá podrías dar más?
No hace falta decir que de toda la gente que se presenta a la audición o casting solo uno será el o la afortunada para grabar el proyecto. Y el resto quedan descartados.
Hay muchos locutores y locutoras que ante una sucesión de rechazos, se pueden llegar a frustrar y pensar que no son lo suficientemente válidos para este trabajo. No desesperéis, que como decíamos en el pleistoceno, “los ricos también lloran”, y en este caso, “los grandes profesionales también lloran”.
Todos hemos sufrido en mayor o menor medida una nominación y expulsión directa de algún casting que nos iba a solucionar una temporadita, dándonos la tan ansiada tranquilidad. Y qué bien nos viene esa paz para evitar la compulsión de mirar el correo cada cero coma dos segundos por si ha entrado algún proyecto.
Lo que a mí me ayuda en los casos de rechazo de un casting de voz son las siguientes estrategias mentales:
- Solo ha ganado el casting una persona. El resto, quizá treinta o cuarenta personas como yo, profesionales y muy capaces NO han sido elegidos tampoco.
- Han seleccionado otra VOZ, que no PERSONA. No puedo decirme a mí misma que me han rechazado a mí, sino a una parte de mí, que es mi voz. Cambia mucho el enfoque al no personalizar este fracaso en ti.
- Existen multitud de razones para que los clientes no nos escojan en un casting: buscaban una voz de un rango diferente, mi voz no les interesaba para ese producto, o estaban indecisos y lo han echado a suertes…
- Hay veces que soy yo quien gano el casting, y entonces no soy consciente de que hay gente descartada que está planteándose qué ha podido hacer mal.
- Muchos rechazos en un corto espacio de tiempo me tienen que servir de revulsivo. Debo entonces emplearme más a fondo y mejorar mis habilidades coo actriz de voz a la hora de grabar un casting. A veces locutamos con velocidad de crucero, por inercia, y no conseguimos castings porque no damos nuestra mejor versión o nuestra OTRA versión.
- Puede que el precio que he marcado para este proyecto no se ajuste a lo que ellos están buscando, y se hayan decantado por otra voz que haya marcado un precio inferior.
No nos podemos venir abajo o quedarnos de brazos cruzados cuando somos rechazados en un casting de voz. Debemos acudir a la formación constante, escuchar a nuestros referentes de interpretación y locución, buscar nuevas formas de expresión, retarnos a nosotros mismos para no caer en nuestra versión convencional.
Y es que con todo el lío de las voces sintéticas, sumado a la crisis económica que no nos da tregua, y la multiplicación de actores y actrices de voz, debemos reciclarnos de forma continua y nunca dar por hecho que ya lo tenemos todo aprendido. Ante la competencia, hay que sacar pecho y desvivirnos por dar lo mejor de nuestra voz, lo más original, lo que sin rechazo no exploramos.
Gracias a José Ángel Fuentes, uno de mis admirados profesores de locución, al que descubrí en VOLÉ, he comprendido que cada casting es una nueva oportunidad mágica de retarnos, de ponernos a prueba a nosotros mismos y darle la vuelta a nuestra voz. Es sumamente difícil, y esto lo hemos practicado una y otra vez en sus clases, pero hay que salir del encorsetamiento cómodo que nos funciona.
Una temporada te puede funcionar la velocidad de voz-crucero, pero en la época de la lucha más encarnizada por el trono del micro, no nos podemos dormir en los laureles y tenemos que competir no solo con los demás, sino sobre todo, con nuestras versiones antiguas.
¡Atrévete!
Deconstruir para mejorar. Esto es el Juego de Micros. 😉