Entrevista con Borja Abad.

08×03. Entrevista con Borja Abad.

Entrevista a Borja Abad

Desde el año pasado no volvía el podcast rural “Voces al otro lado del Argayo”. Puede parecer que no ha pasado mucho tiempo, porque literalmente ha sido así; sin embargo, algo está cambiando. El mundo está evolucionando, todo se transforma y la inteligencia artificial nos pasa por encima. Henos aquí, a profesionales de un sector como el de la locución, viendo cómo el arte de hablar y locutar con destreza, adquirida tras años de formación y experiencia, se desmorona en pro de un robot imitavoces que pugna por instaurarse como el único método efectivo y económico de hacer nuestro trabajo.

Y así asistimos desde el miedo y la impotencia suma a este fenómeno imparable, que ya no tiene vuelta atrás. Hay que reinventarse, dicen los optimistas. Debemos luchar por nuestros derechos, claman los justos. Pero lo que parece evidente es que esto ha llegado para quedarse. Algunos humanos desean que todo sea más rápido y económico, y no les importa quién se quede por el camino, si no son ellos mismos.

Ya ocurrió con los que prendían las farolas, con los serenos o los afiladores, tal como se hartan de convencernos los defensores de las innovaciones tecnológicas. Cierto. Ya se extinguieron muchos oficios de los que ahora no nos acordamos nadie. Pero esos trabajos eran desempeñados por personas que tenían sus familias, sus sueños y su realidad. Y pasaron por un proceso traumático en el que se vieron fuera del mercado, preguntándose qué hacer con sus vidas y desolados ante la apisonadora moderna que ya apuntaba maneras.

Si algún puesto de trabajo puede mecanizarse o sustituirse por algo no humano, por supuesto que será llevado a cabo. Siempre ha ocurrido esto, desde los tiempos prehistóricos. Esta es la naturaleza de lo humano. Construir herramientas para autodestruirse. Porque los humanos que las inventan, creyendo que nos facilitarán la vida a largo plazo, no son conscientes del retroceso real que sufre nuestra especie con esta manía de facilitarnos las cosas y prescindir de la fuerza para la que hemos sido creados. Es evidente que en los países del primer mundo en donde la tecnología está más avanzada, y los humanos más sustituidos por máquinas que lo hacen todo, hay un reguero de problemas que no cesa de aumentar: desde depresión y ansiedad a cuerpos enfermos de osteoporosis y problemas cardiovasculares.

Pero esta infamia es imparable, y vale más acostumbrarse a ella y digerirla -reinventarse-, que hacerle frente.

Así estamos. Por un lado, todo es desesperanza. Por otro, la ley de la jungla se impondrá más que nunca. Y solo los fuertes sobrevivirán.

Hoy hablamos con el locutor Borja Abad sobre las Inteligencias Artificiales y más cosas interesantes de nuestra profesión de locutores.

Y para solazarnos un poco y reírnos de las épocas mal dadas, contaremos con la inocencia feliz de unas niñas que han pasado por Valle para descubrirnos los problemas que realmente importan.

Larga vida a la locución… humana

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