Soy AURORA DE LA IGLESIA, y vengo del mundo de la radio. Pero no llegué ahí directamente, sino dando algún rodeo.
De pequeña conocí un invento que cambió mi vida: el magnetofón. Grababa entrevistas ficticias con mi hermana, canciones de dibujos animados, conversaciones de familia…
Después de terminar Historia del Arte y ver que por ahí no estaba mi camino, entré a trabajar de casualidad en una radio y eso despertó mi antigua pasión. Pero cerraron dos emisoras donde trabajé, y volví al abismo laboral. Me costó años lanzarme a lo que siempre me había gustado. LEER EN VOZ ALTA. Comunicar a través del único instrumento que sé tocar: MI VOZ.
Y las nuevas tecnologías jugaron a mi favor. Era el momento de demostrar mi valía desde mi propia casa. Algo fascinante, pero muy arriesgado.
Me compré el kit básico del locutor online: un micrófono, una tarjeta de sonido y unos auriculares. Lo conecté a mi ordenador, y se hizo la magia. Me convertí en LOCUTORA ONLINE.
Ha pasado el tiempo, y ahora dispongo de mi propio estudio de grabación profesional. Siempre intentando estar al día en mi sector. Constatando que es compatible la tecnología más puntera con la vida en el medio rural.
Hoy en día, puedo decir que vivo de esto, tanto yo como mi familia. Mi pareja también está en el ajo, y cuando necesito voz masculina, ahí está él con su supervoz. Además, me ha salido una competidora precoz: mi hija Julieta de 6 años. ¡Ya tengo sucesora!
Soy AURORA DE LA IGLESIA, y vengo del mundo de la radio. Pero no llegué ahí directamente, sino dando algún rodeo.
De pequeña conocí un invento que cambió mi vida: el magnetofón. Grababa entrevistas ficticias con mi hermana, canciones de dibujos animados, conversaciones de familia…
Después de terminar Historia del Arte y ver que por ahí no estaba mi camino, entré a trabajar de casualidad en una radio y eso despertó mi antigua pasión. Pero cerraron dos emisoras donde trabajé, y volví al abismo laboral. Me costó años lanzarme a lo que siempre me había gustado. LEER EN VOZ ALTA. Comunicar a través del único instrumento que sé tocar: MI VOZ.
Y las nuevas tecnologías jugaron a mi favor. Era el momento de demostrar mi valía desde mi propia casa. Algo fascinante, pero muy arriesgado.
Me compré el kit básico del locutor online: un micrófono, una tarjeta de sonido y unos auriculares. Lo conecté a mi ordenador, y se hizo la magia. Me convertí en LOCUTORA ONLINE.
Ha pasado el tiempo, y ahora dispongo de mi propio estudio de grabación profesional. Siempre intentando estar al día en mi sector. Constatando que es compatible la tecnología más puntera con la vida en el medio rural.
Hoy en día, puedo decir que vivo de esto, tanto yo como mi familia. Mi pareja también está en el ajo, y cuando necesito voz masculina, ahí está él con su supervoz. Además, me ha salido una competidora precoz: mi hija Julieta de 6 años. ¡Ya tengo sucesora!