Chica cantando

Tipos de voces. Cantantes y locutores.

Evolución de la voz desde que nacemos

La primera muestra de voz en un bebé comienza con el llanto, y de ahí sigue a los cánticos o recitativos vocales en los que va modulando y ensanchando su laringe.  La voz se empieza a estabilizar en la edad escolar y ya empieza a haber diferencias de voces en cuanto a tonos.

Es en la adolescencia cuando se llega a un momento traumático para la voz.  La laringe crece de golpe para llegar al tamaño adulto. El tono medio de la voz baja una octava en el niño y de tres a cuatro tonos en la niña.

Y este momento inestable se manifiesta a través de los famosos gallos que acusan ciertos adolescentes -sobre todo los niños. 

La voz en los locutores- locutoras
Hay muchas profesiones en las que la voz juega un papel esencial. Y ahora nos vamos a detener en la que nos afecta a nosotros: los locutores/as.

Existen personas que tienen un don natural y desde bien pequeños son capaces de emitir una voz colocada y redonda. Es decir, brillante, proyectada, nítida y limpia.

También hay gente que se entrena desde la infancia, como es mi caso, leyendo en voz alta todo tipo de cuentos o textos. Para mí era como leer doblemente; absorbía los libros con más intensidad si los leía así. Y esa práctica, que no me costaba esfuerzo, sino que la disfrutaba, me sirvió de entrenamiento básico para sentirme como pez en el agua en mi profesión futura de locutora online.

Es increíble cómo nuestras vocaciones surgen de repente y nos encuentran. Mi ansia por leer en voz alta me llevó a grabarme en un magnetofón; grababa entrevistas, imitaba a personajes, cantaba canciones infantiles, y me grababa también estudiando. Y todo esto sin saber que ese sería mi futuro. A pesar de esta llamada a la acción tan temprada, años más tarde, cuando debí elegir un camino, desoí mi vocación, y tiré por otros derroteros.

Pero cómo será la fuerza de lo que llevamos dentro y a lo que aspiramos sin siquiera ser conscientes, que finalmente me volvió a llegar la ocasión de entregarme a la lectura en voz alta. ¡Y qué satisfacción! El círculo se cerraba y todo tenía sentido ahora.

Prácticamente todo el que se dedica al mundo de la voz, suele contar con una voz especial. Bien por ser una voz gruesa o profunda o bien por tener una voz cristalina y agradable; el caso es que se suele partir de una buena base. De ahí en adelante hay un camino de aprendizaje y modulación de la voz muy duro, que muy pocos ajenos a esta profesión, conocen.

Se suele decir que cualquier persona puede llegar a “sacar” una buena voz a través de una adecuada formación y dedicación plenas. Puede que sea así, pero es cierto que hay voces que llevan mucha ventaja a otras al estar ya colocadas por naturaleza.

¿Qué significa tener una voz “bien colocada”?
La voz es un sonido que se produce por la laringe cuando cogemos aire y luego se amplifica en las cavidades de resonancia que tenemos: faringe, cavidad nasal, boca y labios. Hay una serie de músculos que están implicados en el proceso; caja torácica, pulmones, cuerdas vocales y órganos resonadores.

Dependiendo de nuestro estado de ánimo, personalidad o salud saldrá de una u otra forma. Y sobre todo, depende de si sabemos “tocar” ese instrumento que tenemos de manera natural.

Una voz “bien colocada” es cuando emitimos el mejor sonido del que disponemos en nuestras cuerdas vocales teniendo en cuenta nuestros aspectos físicos, que son inamovibles.

La correcta colocación de la voz permite que una persona emita sonido con comodidad, a pleno rendimiento y sacando lo mejor de nuestras cuerdas vocales. Se hace un buen uso del sistema resonador y no tensamos la laringe. De esta manera el timbre emite armónicos agradables y se puede elevar la potencia de voz sin lesionar el aparato fonador.

Hay muchas personas que tienen la voz colocada de por sí; de hecho esto sería lo natural. Pero desafortunadamente, hay otras muchas que emiten una voz de baja calidad. Esto puede estar motivado por varios factores: un mal uso desde pequeños, herencia familiar, timidez, imitación de la voz de la persona equivocada…

Y estos vicios que se adquieren de pequeños son difíciles de corregir en una persona adulta, pero no es imposible.  A través de ejercicios vocales y de respiración se puede conseguir llegar a esa “buena colocación de la voz”.

 

Disfonías o alteraciones del tono normal de la voz:
Las disfonías o alteraciones pueden ser orgánicas, que son producidas por lesiones en los órganos de fonación, y que se pueden solventar de forma quirúrgica, o funcionales, que parten de factores psicológicos, un mal uso del aparato fonador, consumo de tabaco y alcohol, mala técnica vocal, sobreesfuerzo al hablar, exposición a contaminación acústica o medioambiental… Este tipo de disfonía funcional suele trabajarlo el logopeda, que se encarga de reeducar los malos vicios adquiridos en la voz.

Hay muchos tipos de voces “defectuosas” o de baja calidad. No tiene mayor importancia si la persona en cuestión se hace entender y no se dedica profesionalmente a algún sector relacionado con la voz.

Sin embargo, hay que tenerlas en cuenta a la hora de corregir defectos y mejorar la calidad si somos profesionales del sector.

Dos de los tipos más frecuentes de disfonías funcionales serían las siguientes:

Voz nasal: Esta es una voz que, como su propio nombre indica, se emite básicamente por la nariz. El sonido sale por los orificios nasales, y no solo ante los sonidos nasales de por sí como son la “n”, la “m” o la “ñ”.  Estas voces suenan como acatarradas y no están equilibradas.

Voz ronca: Esta disfonía es otra alteración de la voz muy común y que puede deberse a múltiples factores. Hay personas que tienen este tipo de voz de forma permanente, y otras que la tienen de forma recurrente por un mal uso de la misma.

Este tipo de personas fuerzan la garganta constantemente, es decir, tensan las cuerdas vocales de tal forma que llegan a hincharse e irritarse. El sonido sale entonces sucio, alterado, ronco. Suelen hablar deprisa, sin coger aire de forma adecuada, gritan más de la cuenta o acumulan mucha tensión muscular por estrés, y esto hace que las cuerdas vocales sufran y se deteriore la calidad de la voz.

Si a esto añadimos los factores externos como el excesivo ruido ambiente o la defectuosa climatización del lugar de trabajo, el riesgo de disfonías de la voz es aún mayor. Las mujeres son más propensas a padecer este tipo de trastorno.

También hay muchas profesiones que pueden forzar la voz hasta tal punto que se lleguen a lesionar su aparato fonador, como los docentes, locutores o cantantes. En el peor de los casos, pueden llegar incluso a generarse nódulos, que son unas formas redondeadas que pueden afectar a una o a las dos cuerdas vocales impidiendo que su cierre sea completo. Esto hace que se produzca una pérdida de aire y por tanto una disfonía o ronquera. Los nódulos se pueden llegar a operar si no remiten por otras vías.

Para reeducar la voz debemos tener en cuenta una adecuada actitud postural, realizar ejercicios de relajación para evitar tensiones musculares, y es fundamental también practicar ejercicios respiratorios para controlar el aire. Respirando desde el diafragma, por ejemplo, conseguiremos emitir un sonido más consistente, y podremos hablar durante más tiempo seguido. Es la respiración de los cantantes y locutores.

Cuando respiramos, podemos llevar el aire a los pulmones o a la parte baja de estos, al diafragma. El diafragma mueve el abdomen, y por eso también se conoce como respiración abdominal. Esta respiración acumula mucho más aire ya que la zona diafragmática es la que tiene mayor capacidad para almacenarlo. Así se consigue una mejor ventilación, captación de oxígeno y al exhalar limpiamos los pulmones adecuadamente.

Además, es una respiración relajante ya que activa el sistema nervioso parasimpático.  Esto también contribuye de manera esencial a que la voz salga nítida, limpia y agradable.

Se puede practicar este tipo de respiración hasta llegar a controlarla de forma efectiva. Hay que hacerlo poco a poco, sin que nos hagamos daño o forcemos algo que nos desagrade. Se llega de forma relajada y podemos ejercitar este músculo hasta conseguir un buen trabajo de respiración. Así nos ayudará a emitir una buena calidad de voz sin necesidad de coger aire tantas veces como cuando respiramos con la parte alta de los pulmones.

Aurora naturaleza
Aurora paseo

Tipos de voz en cantantes

El profesional de la voz debe saber que existen varias clasificaciones de tipos de voz y, en muchos casos, va a ser fundamental que ubique su voz en una de ellas.

Los cantantes de ópera lo tienen claro, ya que desde este estilo clásico se especificaron los tipos de voz que actualmente siguen vigentes y que sirven para determinar los roles de dichos cantantes líricos.

Para los cantantes de otros estilos, como el pop o el rock, no es tan importante saber  en qué grupo de voces se halla el cantante en cuestión, pero nunca está de más para adecuar cada pieza instrumental al rango vocal de su intérprete.

Hay varias características que hay que tener en cuenta para clasificar la voz:

Timbre: El color de la voz, que es la diferencia básica entre una y otra persona. Esta característica no se puede adquirir, sino que se tiene de nacimiento.  El timbre de la voz depende de nuestras cuerdas vocales y su forma de vibrar. También de la forma de la cavidad de resonancia. Puede haber voces claras u oscuras, dependiendo del color. Más fuertes o suaves dependiendo del volumen. Más o menos brillantes, nasales o metálicas…

Tesitura: Donde estamos más cómodos a la hora de cantar o hablar. Engloba el conjunto de sonidos que un cantante puede emitir sin dañar su laringe. En la voz infantil la extensión es de una octava, y en la de un adulto suele ser de dos.

Fuerza vocal: Es el registro más fuerte que tiene cada cantante (bien desde el pecho, o desde el medio o puede ser desde la cabeza).

Toda voz puede entrenarse para llegar a un rango determinado o para subir algún tono o bajarlo. También es posible ejercitar el tema de la potencia y la proyección de la voz. Pero hay algo que determina ciertas peculiaridades de la voz, y es la fisiología.  Hay cantantes que tienen tesituras más cortas y otros más amplias, y no se puede modificar.

En cuanto a los tipos de voz femeninos se clasificarían en tres básicos:

Soprano: es la voz más aguda de la armonía. Son las voces que suelen llevar la melodía.

Mezzo-soprano: es la voz media, que se encuentra en una escala inferior a la soprano. Es una voz grave y rotunda.

Contralto: La voz de mujer más grave. Tiene una sonoridad muy rica, pero son escasas. 

Los tipos de voz masculinos serían:

Contratenores: Son hombres con rangos agudos de voz. Emplean el falsete normalmente.

Tenor: Es el que está entre el contratenor y el barítono. Voz media.

Barítono: Es una voz más grave y viril que la del tenor. Es una voz expresiva y clara, a la vez que fuerte y brillante.

Bajo: Es la voz más oscura y baja de una ópera. 

La voz en la locución:

Una vez que hemos colocado la voz y le hemos dado “brillo”, estamos preparados para grabar cualquier texto que nos envíen.

Hay muchos tipos de voces de locutores que suenan bien, tienen técnica y además les han aportado la personalidad genuina de cada cual. Por eso, cuando un cliente tiene que decantarse por una voz, lo hará en función de dos premisas:

– Que esa voz se adapte a su producto.

– Que le guste ese tipo de voz.

Para lo primero podemos entrenarnos en cada uno de los múltipes registros que nos demandan cada día. Una campaña de publicidad de un refresco suele llevar una voz juvenil, natural y con un toque personal de alegría. Sin embargo, un vídeo corporativo sobre un tema médico, debe exigir una voz seria, que inspire confianza y que sea clara.

Para el segundo punto, no podemos hacer nada, ya que ahí entra en juego la subjetividad. A cada cliente le interesa un tipo de voz dentro del mismo rango de voces. Por lo tanto, se decantará por un color u otro de voz. Preferirá ese toque metálico de una locutora sofisticada o ese color aterciopelado de una voz que sugiere algo cálido y agradable…

Hay locutores con voces muy graves y profundas que siempre han funcionado muy bien para ciertos anuncios de temática seria como bancos, seguros, productos farmacéuticos… Y los locutores con voces más agudas y jóvenes se han dedicado a publicidad más informal y juvenil.

Ahora se está produciendo un fenómeno general en el que casi cualquier campaña de publicidad o vídeo corporativo exige una voz natural, cercana o casual independientemente de su temática.

Así es que muchos de los locutores que antes solían hacer cosas muy concretas como voces infantiles o campañas para público más joven, ahora están accediendo a un mercado más amplio.

Ya no se requiere la voz profunda o grave del locutor de antes, con esa dosis de engolamiento o proyección afectada de la voz. O sí, pero adecuada a los nuevos parámetros de naturalidad y alejada en todo caso de cualquier artificio vocal.

Se abre un nuevo panorama en el mundo de la locución, en el que las voces medias que pueden hacer tanto tonos agudos como graves en función del tipo de guión, son las que tienen una mayor capacidad para cubrir las necesidades de este mercado. Cuanto más versátil es un locutor o locutora, mayores perspectivas de trabajo tendrá.

Hoy en día, el locutor o la locutora debe conseguir convencer al cliente de que tiene una voz con la técnica e interpretación suficientes para poder grabar cualquier texto, y dotarlo de una impronta personal. Cuanto más nos diferenciemos entre nosotros, y encontremos nuestra voz genuina, mejor transmitiremos los mensajes a los que tenemos que aportar alma.

Aurora playa
Aurora en el campo

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